La región italiana de Toscana es un festín para todos los sentidos. Un incubador creativo que ha cultivado arte y arquitectura a lo largo de eras, incluyendo tiempos etruscos, romanos, renacentistas y modernos. Iglesias envejecidas por el tiempo, que alguna vez fueron paradas en los grandiosos recorridos del siglo XIX, se alzan en las plazas de las ciudades. Las colinas ondulantes de trigo y los coloridos olivares, que inspiran la auténtica cocina toscana, están salpicados de villas construidas por la prestigiosa familia Medici. El mar Tirreno se extiende a lo largo de su costa, bañando la orilla de Elba, la isla donde el emperador Napoleón fue exiliado. Pintorescos pueblos, ciudades históricas y bulliciosas metrópolis se dispersan por su paisaje, que es casi tan variado como las propias comunidades. Desde las carreras de caballos anuales en la Plaza del Campo, y las tradiciones vinícolas centenarias de la región de Chianti, hasta la ciudad de Pisa, una antigua República Marítima conocida por el espíritu juvenil de su Scuola Normale Superiore y la Torre Inclinada, Toscana es el lugar de los sueños, donde miles de personas vienen a revivir su historia y admirar la belleza de la región.
En el mundo de la moda, Ferragamo, Gucci y Pucci tienen lazos con Florencia y su interminable inspiración. Sin embargo, lo que realmente define a Toscana es su atemporalidad. Las obras maestras de siglos pasados siguen atrayendo a multitudes inmensas. La cúpula de Brunelleschi en Florencia nunca deja de asombrar a los espectadores.