En la década de 1950, un joven de Pittsburgh llamado Andy Warhol ganaba cómodamente la vida como ilustrador comercial en la ciudad de Nueva York. Pero sus ambiciones iban mucho más allá; pronto comenzó a pintar botellas de Coca-Cola y llenó una galería con cuadros de latas de sopa Campbell’s. Sin ser el primero en crear una obra de arte Pop, Warhol se convirtió rápidamente en una marca en sí mismo, sinónimo de una nueva forma artística que encarnaba todo lo juvenil, subversivo, brillante y fresco.
Desde la modelo Twiggy luciendo pestañas postizas y un vestido con la bandera británica en el Londres de los años sesenta, hasta la psicodélica y envolvente silla Ball de Eero Aarnio, el Pop se filtró en la moda, el mobiliario y el diseño de productos de manera tan profunda que hoy cuesta separar el estilo y la vibra de las décadas del 60 y 70 del arte de aquella época. Sin duda, para deleite del propio Warhol, el Pop no solo se inspiró en la cultura popular: se convirtió en cultura popular.
Después de esta primera ola, el movimiento nunca desapareció del todo. Cada nueva generación de artistas y diseñadores ha revivido la energía del Pop mientras le imprime una nueva dirección. De hecho, con Instagram y TikTok en omnipresentes iPhones de colores pop, las redes sociales son para los artistas actuales lo que la publicidad y Hollywood fueron para los artistas Pop hace sesenta años.
Después del éxito de nuestra serie Travel, Assouline presenta la serie Style, que destaca algunos de los movimientos artísticos y estilos de diseño más icónicos, revelando su impacto histórico y su influencia continua en nuestra cultura. Este colorido volumen reúne imágenes dinámicas de distintas épocas y medios para expresar la energía y el entusiasmo de sesenta años de estilo Pop Art.