La Costa de Amalfi es la culminación del sueño italiano. Oculta entre los aromas de los limoneros y las bugambilias, se encuentra una línea de trece pueblos que conforman esta costa. Reconocida por su paisaje vertical, las aldeas son accesibles únicamente a través de la Strada Statale 163, una ruta estrecha y sinuosa que, aunque puede resultar inquietante, ofrece vistas inigualables.
Esta franja mágica une las montañas con el mar Mediterráneo, atrayendo a estetas de todo el mundo que año tras año disfrutan de sus encantadoras playas de guijarros, rutas de senderismo panorámicas, un clima perfecto y establecimientos legendarios, que incluyen hoteles y restaurantes históricos.
Monumentos como la Catedral de Amalfi y la Villa Rufolo en Ravello evocan la cultura y el espíritu de siglos pasados, lugares que han sido frecuentados por figuras como Jacqueline Kennedy, John Steinbeck y Gore Vidal.
Con su característico limoncello, cultivado y disfrutado localmente, sus villas más distinguidas y vistas impresionantes, la Costa de Amalfi se encuentra en una categoría propia.